Una camioneta se convirtió en el arma mortal para dejar sin una pata a Niño Choco, un pincher de 7 meses de nacido, que fue atropellado el 31 de marzo en la calle 70 con 38B, barrio Las Delicias, cuando sin querer se salió de su vivienda y fue atraído a la calle por el sonido de los carros.

De acuerdo con la propietaria Mey Tang, Niño Choco sufrió una grave herida en su pata derecha que provocó en el animal gran pérdida de sangre y mucho dolor.

“El accidente ocurrió a la 1:45 de la tarde. Yo llevé a Nicho Choco a la veterinaria Sharpey, ubicada en la carrera 38 con 68 y ahí me dijeron que por la gravedad de sus heridas debía llevarlo a otro lugar y me recomendaron la veterinaria Master ver, ubicada en la calle 86 con 47. En ese lugar le hicieron la curación y le tomaron una radiografía para ver el estado de su patita. Una de las encargadas me dijo que había posibilidad de salvarle la pata si se le tapaba con su piel, pues esta se adhería otra vez y que tenía que dejarlo hospitalizado. Yo tuve que hacer un viaje de estudio a Santa Marta pero siempre monitoreaba a Niño Choco. Por los videos que me mandaba mi hijo me di cuenta que estaba dopado y no veía mejora. Luego me desesperé y consulté con otra veterinaria donde me dijeron que lo que le hicieron estaba mal y solo me dejaron sacar al perrito si firmaba un papel donde los eximía de toda culpa”, contó Mey.

La mujer llevó a su mascota el lunes pasado al centro veterinario Mundo mascota en donde le dijeron que por la gravedad de sus heridas había que amputarle toda la extremidad derecha porque ya comenzaba a pudrirse. La operación se realizó el martes y Niño Choco lleva dos días de reposo en la clínica veterinaria.

“Esto ha sido muy duro para toda la familia porque si se le hubiese prestado una atención correcta, el perrito hubiese conservado su patica. Ahora el centro veterinario no quiere responder por todo el dinero que me cobraron. Fueron 200 mil pesos solo por doparlo para que no sintiera dolor. Incluso, en la clínica llegaron a sugerir que lo durmiera”, dijo.

May agregó que la veterinaria Master ver se escuda en el papel que le hicieron firmar para darle el animal y cuando fue a reclamar no le prestaron la atención necesaria.

Por su parte, por medio de las cámaras de seguridad de sus vecinos pudo identificar la placa del camión que atropelló a su perro, pero esta presenta una “irregularidad”, según ella.

“El carro que está registrado con esa placa no tiene las características de un camión de trasteo y yo necesito que el responsable dé la cara porque mi perrito ya no será el mismo”, finalizó.